¿Ya comenzaste a pensar qué usarás en la cena de fin de año? Guarda algo de entusiasmo para mejorar la rutina de aseo personal; después de todo, es una manera sencilla de mejorar la apariencia.
- Aprende a lavar tu rostro: Olvídate del jabón en barra. Para eliminar la suciedad superficial, utiliza gel suave o un lavado facial espumante. Dos veces al día, en la mañana y por la noche.
Consejo: utiliza agua corriente para enjabonar, un lavabo lleno de agua solo salpica suciedad y los residuos del producto sobre la piel.
- Hidrata tu cara: La hidratación de la piel es esencial para que se vea y se sienta suave, flexible y saludable. Encuentra la crema hidratante adecuada para tu tipo de piel: la piel sensible debe evitar irritantes potenciales como el alcohol, las fragancias y los colores, mientras que los tipos de piel más grasosa se pueden beneficiar de ingredientes como el ácido salicílico.
- Cuerpo: A menos que seas biónico, la piel del cuerpo necesita tanta hidratación como el rostro. De hecho, muchas áreas, especialmente las rodillas, las pantorrillas y los codos, necesitan mucho más, ya que tienen considerablemente menos glándulas sebáceas. Intenta aplicar con humectante rico en vitamina E después de la ducha. Y no escatimes, este no es un trabajo rápido como la hidratación de la cara.